Cómo trabajar las emociones con niños en casa o en el aula

“Una buena educación emocional, es un buen predictor del éxito social “, afirma Marta Gutiérrez, psicóloga especializada en psicología infantil y orientación educativa en el centro Inspira Psicologia.

Y es que las emociones afectan nuestra manera de percibir y vivir las cosas, y por lo tanto, saber gestionarlas nos permite controlar cómo vivimos la vida. En este sentido, educar en las emociones desde pequeños aumenta las habilidades sociales y el rendimiento académico de los niños. Pero también ayuda a disminuir los síntomas depresivos y actitudes violentas en edad adulta.

A pesar de la importancia, la educación emocional se trabaja poco en la escuela y en casa. “Los adultos deberíamos predicar con el ejemplo”, explica Marta Gutiérrez. “Pero durante estos días de confinamiento por ejemplo, cuántos padres y madres no se han tragado la angustia (por el trabajo, la salud propia o de familiares …) y han dicho a sus hijos que no pasaba nada”, continúa la psicóloga. “Los niños notan que hay algo que no va bien. No es bueno reducir la importancia de las cosas para protegerlos”.

Según la psicóloga ayudamos a nuestros hijos o alumnos, poniendo nombre a las emociones y validandolas. Es normal tener miedo, preocuparse o estar triste en algún momento, al igual que estar contento o emocionado. El primer paso es identificar la emoción para poder aprender a gestionarla.

En este sentido, Marta Gutiérrez hace unas propuestas para potenciar la educación emocional en casa y en el aula a partir de cuentos y juegos.

5 libros para trabajar las emociones con niños (3-12 años)

Partiendo de cuentos e historias que tienen un significado, se puede preguntar a los niños cómo se sentían los personajes, qué hubieran hecho ellos … ¿Se sentirían igual si se encontraran en la misma situación? ¿Hubieran cambiado algo?

Les 42 emocions de l’Emocionari

El monstruo de colores (+3 años)

De la mano de un monstruo que no sabe qué le pasa y tiene un lío de emociones, los pequeños trabajan las cinco emociones básicas poniendo color a cada emoción: Amarillo-alegría, Azul-Tristeza, Rojo-Enojo, Negro-Miedo, verde-Calma.

El libros se han publicado en catalán y castellano.

La autora ofrece una serie de recursos educativos gratuitos para jugar en casa o en el aula con máscares de emociones o botes de emociones que los niños y niñas pueden usar para expresar lo que sienten.

El Emocionario (+5 años)

El Emocionario (publicado en catalán, castellano y inglés) describe, con sencillez, cuarenta y dos estados emocionales de una forma didáctica, divertida y cálida. Además utilizando ejemplos de la vida cotidiana que los niños pueden reconocer los acerca a emociones más complejas como el deseo, la ilusión, la confusión, la envidia o la inseguridad.

La editorial ofrece de forma gratuita fichas para trabajar las 42 emociones a primària. Pero también hay recursos para educación infantil, secundaria y bachillerato.

Tipos duros también tienen sentimientos (+6 años)

Este libro ayuda a romper los estereotipos. Recorriendo al imaginario de los grandes héroes del mundo masculino, este cuento demuestra que también ellos ríen, lloran o se emocionan, al igual que nosotros. Es una oportunidad para derribar mitos estereotipados y roles, y revela que todos tenemos derecho a expresar lo que sentimos

El emocionómetro del inspector Drilo (+7 años)

El Inspector Drilo nos ayudará a entender 10 emociones básicas con su gran invento: el emocionómetro. Con esta rueda de emociones podemos medir el grado de la tristeza, celos, amor, asco, envidia, alegría, miedo, vergüenza, enfado y sorpresa. Gracias a los ejemplos expuestos, los niños pueden descubrir no sólo la emoción, sino la intensidad de la misma.

La editorial ofrece de forma gratuita una plantilla para construir el emocionómetro en casa o en el aula.

Laberinto del alma (+10 años)

Esta colección de 58 emociones y estados del alma (publicada en catalán y castellno) nos invita a reencontrarnos con cada uno de ellas en un viaje a nuestro interior.

Este libro incluye algunos sentimientos muy curiosos como la suciedad, el magnetismo o el naufragio, que por la autora también son estados del alma.

Utilizando este libro como guía, podemos pedir a alumnos o hijos/as que eligan tres de las palabras del libro que los identifican. Puede ser un punto de partida interesante para una redacción o una sesión en la que hablen de ellos mismos a través de las palabras elegidas.

6 juegos para ayudar a los niños a expresar las emociones

Cuando los niños juegan, es un momento ideal para introducir la educación emocional, de una manera lúdica.

El juego de cartas Dixit puede servir para trabajar las emociones – Foto: Juegos de mesa y rol

Muñecos que hablan de emociones durante el juego simbólico (+3 años)

Cuando los niños juegan un juego simbólico, muchas veces introducen situaciones de su vida cotidiana sin darse cuenta. Pueden reñir a un muñeco, al estilo que hacen los padres o la maestra o pueden hacer que los playmobils lleven mascarilla por el coronavirus.

Es por tanto, un buen momento para poner en boca de los peluches, muñecas, playmóbiles o legos, aquellas preguntas o emociones que creemos que pasan por la cabeza del niño. “Estoy triste, porque la mama se ha enfadado .. y tú cómo te sientes?” O “Me molesta mucho llevar esta mascarilla … y ti?”

Bingo de las emociones (+ 5 años)

El objetivo del juego es aprender a identificar emociones y relacionarlas con situaciones.  

El adulto coge una ficha de la bolsa y explica una situación de la vida cotidiana que genere esta emoción. Los jugadores que tengan esta emoción en su ficha, la marcan. Quien haga línea (3 emociones) o llene primero la ficha (4 emociones), canta bingo.

Una variante del juego podría ser que el adulto saca la ficha de la bolsa, y el jugador que primero cante línea o bingo debe dar ejemplos de situaciones relacionadas con las emociones en su ficha.

Descarga las fichas del juego (incluye 16 fichas de bingo, una ficha maestra con todas las emociones y una ficha para recortar). Se recomienda plastificar las fichas.

Baile de emociones  (+5 años)

Si queremos trabajar las emociones a través del movimiento, podemos elegir una serie de melodías clásicas fácilmente identificables con estados de ánimo o emociones. Podemos poner un trocito corto de cada melodía y pedir a los niños que hagan un movimiento que identifican con lo que sienten cuando escuchan la canción o melodía.

3 ejemplos:  

Porto la mascara de color porque … (+7 años)

Utilizando las mascaras de libro “El monstro de colores” cada niño elige la mascara del color (Amarillo-alegría, Azul-Tristeza, Rojo-Enojo, Negro-Para, Verde-Calma) que lo identifica con una situació propuesta por el adulto. Por Ejemplo: ¿Como os sentís cuando termina la escuela y marcháis a casa o un actividad extraescolar?

Por turno cada alumno explica porque ha elegido el color en cuestión. Un niño puede tener un mascara de color amarillo, porque no le gusta la escuela y por lo tanto está contento de ir a casa. Otro, en cambio, se pone la máscara azul, porque le gusta mucho estar en la escuela con sus amigos y se pone triste cuando tiene que ir a casa. Un tercero puede elegir el color negro, porque al terminar la escuela debe ir a piscina y le tiene miedo al agua.

Adivina la emoción (+8 años)

Tenemos una bolsa con diferentes imágenes que representan emociones. Por turnos los jugadores cogen una carta y deben representar la emoción (sin decir nada o hacer ningún ruido) delante del resto de jugadores. El resto tiene que adivinar en un minuto de qué emoción se trata. La persona que adivina la emoción, debe dar un ejemplo de una situación en que nos podemos sentir de esta manera. En caso de que nadie adivine el sentimiento, debe ser el jugador que ha hecho la mímica, quien debe explicar una circunstancia en la que te puedes sentir de esta forma.

Una variante del juego podría trabajar más la parte lingüística haciendo que cada alumno tenga que describir una situación en la que puedes sentir la emoción, sin pronunciar el nombre de la emoción. El resto de compañeros tiene que adivinar de qué emoción se habla.

Descarga 20 fichas de emociones trilingües (catalán, castellano e inglés).

Dixit dde emociones (+10 años)

El juego de mesa Dixit puede servir para contar cuentos o también puede ayudarnos a relacionar una carta con una emoción.

El juego de cartas contiene 84 ilustraciones de escenas extrañas y curiosas. Por turnos cada jugador (el cuentacuentos) elige una carta de su mazo de 6 cartas y sin enseñarla al resto de jugadores, formula una emoción que relaciona con su carta.

El resto de jugadores ha elegir una carta de sus mazos que se ajuste a la emoción. Sin enseñarlas a nadie, los jugadores dan las cartas al cuentacuentos. Este las mezcla (incluida la suya) y las expone sobre la mesa. Ahora todos los jugadores tienen que adivinar cuál es la carta del cuentacuentos. Dependiendo de los aciertos, se obtienen puntos.