Tóxicos en el hogar: cinco trucos para reducirlos

Los productos de limpieza, disolventes y ambientadores del hogar contienen sustancias químicas que pueden tener efectos nocivos sobre la salud – foto: The Pinsta

Parece una paradoja, pero tener el hogar impecable no siempre es sinónimo de un ambiente limpio y libre de tóxicos. Los productos de limpieza, disolventes, pesticidas y ambientadores del hogar contienen sustancias químicas que pueden tener efectos nocivos sobre la salud.

Varios estudios ya han relacionado la exposición por inhalación de sprays desengrasantes, la lejía y otros desinfectantes con el asma, pero ahora, además, una investigación realizada por la Universidad de Bergen en Noruega publicada el pasado mes de febrero de 2018, demuestra una disminución acelerada de la función pulmonar en las mujeres que han usado productos de limpieza al menos una vez por semana durante un periodo de veinte años. El estudio, que ha analizado los datos de 6.235 participantes durante 20 años, concluye que el efecto equivale – en algunos casos – a haber fumado 20 cigarrillos al día.

De hecho si lo pensamos, no necesitamos estudios para darnos cuenta que hay productos que irritan la piel y los ojos o nos producen dolor de cabeza. ¿A quien no le ha costado respirar alguna vez mientras limpiaba el lavabo con amoníaco o lejía?

Pero también los juguetes de plástico, los barnices de los muebles, los productos para proteger las alfombras y moquetas del fuego, contienen sustancias químicas tóxicas que no se ven, pero que están ahí. Aunque a dosis bajas, la exposición continuada a sustancias químicas puede terminar sensibilizando el organismo.

Símbolo que identifica productos carcinógenos, tóxicos para la reproducción y mutagénicos

Amoníaco: los ordenadores, el humo de tabaco y los productos comerciales de limpieza contienen amoníaco. Este químico puede causar la sensación de garganta seca, tos, dolor en el pecho, además de inflamación de la laringe y los pulmones.

Benceno: está presente en el humo del tabaco, los detergentes, las pinturas, los barnices y los productos de caucho para la limpieza. Puede provocar cáncer además de dificultades para respirar y disminución de la presión arterial.

Chileno: se encuentra en muchos tipos de plásticos, pinturas, barnices, pegamentos, productos de cuero y el humo de tabaco. Causa irritación en la piel, las vías respiratorias y la membrana mucosa del ojo. Además, tiene efectos neurotóxicos importantes, como la pérdida de memoria. Puede afectar negativamente el hígado, los riñones y el feto en desarrollo.

Formaldehído: los muebles de aglomerado, alfombras, materiales de tapicería, humo de tabaco, envases de plástico y gas contienen este elemento que puede producir reacciones alérgicas, irritaciones, asma o enfermedades cutáneas.

Tricloroetileno: los limpiadores de alfombras y pantallas, los cartuchos para impresoras, las pinturas y barnices pueden contener esta sustancia cancerígena que produce la irritación de ojos y piel, afecta al hígado y los riñones, y provoca agitación psicomotora.

¿Qué podemos hacer para limitar la cantidad de tóxicos en el hogar?

Meritxell Guasch,Meritxell Guasch, propietaria de la tienda de productos ecológicos “El racó ecològic” de Tarragona nos propone cinco trucos para reducir los agentes tóxicos en casa.

Ventilar la casa para renovar el aire

¿Sabíais que los barnices de los muebles pueden soltar vapores tóxicos como benceno y formaldehído? También los productos de limpieza liberan sustancias nocivas, al igual que algunos materiales de construcción. Por eso es importante abrir las ventanas diariamente durante mínimo veinte minutos para renovar el aire. De esta manera evitamos que se concentren sustancias nocivas en el aire del hogar y evitamos que se acumulen hongos, bacterias y ácaros en alfombras y moquetas.

Tener plantas depuradoras del aire

Según un estudio publicado por la NASA en 1989 hay plantas de interior que tienen la capacidad de neutralizar hasta el 85% de la contaminación en una habitación y purificar el aire de forma ecológica y económica.

La sansevieria combate contaminantes como el formaldehído, el benceno i tricloroetileno.

Así el Potus, sobrevive perfectamente con poca luz y purifica el aire de forma eficiente del formaldehído y benceno. Hay que mantenerla lejos de niños y mascotas, ya que es una planta venenosa. La Chlorophytum (o Cintas), en cambio, es una planta inofensiva. Esta planta de muchas hojas y flores pequeñas de color blanco, combate eficientemente el benceno, formaldehído, monóxido de carbono y chileno.

La Sansevieria es una planta muy resistente. Combate contaminantes como el formaldehído, el benceno y tricloroetileno. Por la noche, absorbe el dióxido de carbono y libera oxígeno. La palmera bambú filtra el benceno, el tricloroetileno y el formaldehído. Es recomendable ponerla cerca de los muebles barnizados que emanan compuestos nocivos.

Lo ideal es poner una planta por cada 10 m².

Utilizar productos de limpieza naturales

Los productos de limpieza comerciales pueden sustituirse fácilmente por ingredientes que tenemos en casa. El vinagre de vino blanco o el ácido cítrico, por ejemplo, son ideales para sacar la cal. Además también desinfectan. Si la suciedad está muy incrustada, podemos mezclar el vinagre con un poco de agua caliente y una cucharadita de bicarbonato sódico.

Para desinfectar las superficies del baño y la cocina podemos utilizar aceites esenciales. Tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas y además perfuman de forma natural las estancias. Y para blanquear la ropa el percarbonato de sodio es ideal. Elimina las manchas de forma natural.

¾ litro de agua ¼ litro de vinagre blanco 10 gotas de aceite esencial de árbol de té

5 gotas de aceite esencial de limón

Receta de spray multi superficies casero para el baño y WC

¼ litro de agua 5 gotas de aceite esencial de eucalipto

5 gotas de aceite esencial de árbol de té

Reducir los utensilios de plástico y teflón

Muchos de los materiales habitualmente empleados en nuestras cocinas como sartenes y cacerolas de teflón o tuppers de plástico, liberan sustancias que son disruptoras hormonales e incluso cancerígenas. En especial los compuestos químicos como bisfenol A (BPA) que se utilizan para hacer más blando y resistente el PVC del que están hechos los tuppers, reducen la fertilidad.

Por ello es recomendable evitar las comidas y bebidas envasadas en plástico. Calentar la comida en recipientes de vidrio, cerámica o porcelana evita que los compuestos químicos que sueltan los plásticos o las cacerolas de teflón se liberen y pasen a la comida y nuestro cuerpo.

 Usar zapatillas en casa

Si llevamos los zapatos de calle en casa, estamos entrando agentes tóxicos externos en el hogar. Una investigación, coordinada por la Universidad de York del Reino Unido con la participación de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha demostrado el riesgo potencial de cáncer entre los no fumadores – particularmente en los niños pequeños- por la presencia de contaminantes específicos del tabaco que llegan a los hogares “libres de humo” desde el exterior entre otros por la suela del zapato. Por ello, hacer un cambio de calzado cuando entramos en casa, puede ayudar a reducir la contaminación de agentes tóxicos en el hogar.

Con estos cinco consejos, podemos empezar a minimizar el efecto de las sustancias tóxicas en el hogar, pero hay mucho camino por recorrer. También los productos de limpieza personales como desodorantes, productos para el afeitado y los champús o los juguetes de los niños contienen químicos nocivos que habría que evitar. La guía práctica editada por el Grupo de Tóxicos de Alternativa Verde ofrece en este sentido una serie de trucos para reducir la carga tóxica de forma sencilla en la vida cotidiana.