Robots atendiendo al público

Se llama Pepper y fue una de las sensaciones en el espacio NextTech del pasado Mobile World Congress en Barcelona. Este robot humanoide de la empresa francesa SoftBank Robotics es capaz de reconocer las emociones humanas y está diseñado -cuentan sus creadores- para “hacer feliz a la gente”. Su principal aplicación es la atención al público. Para dar la bienvenida a un comercio o para orientar a un turista, la inteligencia artificial de este robot de 1,20 metros de altura y menos de 30 kilogramos aprende de la experiencia y se adapta a las conductas de sus usuarios. Lo mejor: nunca tiene un mal día y el cliente siempre tiene la razón, por muy impertinente que pueda llegar a ponerse.

En Japón, algunos hogares lo han adoptado como mascota. No es un robot doméstico orientado a satisfacer alguna tarea (como las series de robots limpiadores de iRobot, entre los que destaca el popular Roomba), sino que se trata de un ‘robot de compañía’. Interactuar con él, en efecto, provoca en muchas personas la sensación de estar ante un perrito que hace monerías. En lugar de saltarnos encima y darnos lametones mientras mueve la cola, Pepper nos da la mano y nos desea un buen día. Pero además se interesa por nosotros y aprende de nuestras respuestas, analizando nuestras expresiones faciales, nuestros gestos o nuestro tono de voz. Jugar, bailar e incluso conversar en otro idioma están entre sus funciones.

Su pantalla táctil en el pecho puede darnos información valiosa, y sirve también para que los comercios que lo han incorporado puedan mostrar sus productos e incluso cerrar alguna venta. En Japón, más de 140 tiendas de SoftBank Mobile (una cadena especializada en la venta de smartphones, tablets y otros dispositivos móviles) han incorporado a estos robots humanoides para dar la bienvenida a sus clientes e informarles de sus ofertas.

También en ese país, Nestlé planea equipar todas sus tiendas con un robot Pepper. No son los únicos que han visto en los robots con inteligencia artificial una oportunidad para la venta al detalle de café. En Korea del Sur, SK Telecom cuenta con un dispositivo equipado con inteligencia artificial que interactúa con el usuario y que se está aplicando al sector de las cafeterías. Los robots con inteligencia artificial de cara al público ya están aquí, y en poco tiempo empezaremos a verlos proliferar.

Romeo, el asistente personal- foto: SoftBank Robotics

Romeo es el proyecto de SoftBank Robotics y cuatro grupos de investigación europeos para desarrollar un robot que sirva de asistente a personas mayores o con movilidad reducida. Con 1,40 metros de altura, es capaz de abrir puertas, subir escaleras o coger cosas de una mesa. Acompañar a alguien hasta el baño o ayudarle a levantarse del sofá no es ningún secreto para él. ¿Qué tal un desayuno en la cama?

Todavía en fase de desarrollo, a la interacción física le suma Romeo la interacción cognitiva, con una inteligencia artificial que, igual que en el caso de su hermano pequeño (y más juguetón) Pepper, aprende con la relación diaria con seres humanos. A veces, los más mayores se repiten. Romeo podrá escuchar una y otra vez la misma historia… y con el mismo interés que el primer día.