Claves del método KonMari (y cómo aplicarlo en una casa con niños)

Muro de recuerdos – Foto: YouMeKids

El método Marie Kondo, gurú de la organización doméstica y recientemente madre de una niña nacida en julio de 2016, básicamente se reduce a rodearnos sólo de cosas que nos hacen feliz. Para ello, recomienda revisar todo lo que tenemos y preguntarnos si estos objetos nos producen un sentimiento de alegría, y si no es el caso, les debemos agradecer el servicio que han hecho y deshacernos de ellos. Una vez nos quedamos con lo que realmente nos llena, le buscamos un lugar visible y accesible a cada cosa.

¿No es este el sueño de todas las familias: una casa sin “trastos”? ¿Pero como lo conseguimos? La regla básica es que los adultos debemos centrarnos en poner en orden nuestras propias cosas primero. Una vez que hayamos terminado, podemos ayudar a nuestros hijos, pero siempre dejando la elección de las cosas a elegir en sus manos.

Cajón con ropa doblada en vertical – Foto: Modern Mrs Darcy

Los pasos a seguir según Kondo (y nuestra adaptación para familias con niños):

1. Descarta primero, luego ordena
Comience con las cosas que son fáciles de descartar como ropa y utensilios de cocina. Después puedes elegir películas, juegos y libros, dejando las cosas más sentimentales como cartas y fotos para el final. Una vez hayas descartado lo que no te aporta nada, encontrarás mucho espacio para almacenar adecuadamente las cosas importantes que quieres conservar. Cabe destacar, por ejemplo, que para Marie Kondo gran parte de los documentos pueden ir a la basura. Basta archivar papeles como contratos, préstamos bancarios, facturas pendientes, garantías o las notas y diplomas de los niños.

Pedid a los niños que elijan sus cosas favoritas, en vez de descartar aquello con lo que no juegan o lo que ya no usan. Así sos ahorraréis que de golpe todo sea indispensable. Un truco que puede ayudar en la elección, es poneros de acuerdo con vuestros hijos en una lista de artículos que se descarten directamente como juguetes rotos, duplicados, peligrosos, demasiado ruidosos o no apropiados para su edad. De esta manera el número de juguetes para elegir se reduce considerablemente. Tened en mente que con menos juguetes, los niños tienden a jugar de una forma más creativa.

2. Por categoría, no por habitación
Marie Kondo propone ordenar la casa de acuerdo con cinco categorías (ropa, libros, papeles, objetos diversos y objetos sentimentales). Si guardamos las mismas cosas en varios lugares de la casa y nos ponemos a organizar cada lugar por separado, nunca nos daremos cuenta del volumen total de cosas que tenemos y no acabaremos de organizarlas nunca. Además es la única manera de detectar las cosas repetidas o que cumplen la misma función. Con cada categoría tendremos que hacer lo mismo: dejar todos los objetos apilados en el suelo y revisar uno por uno para escoger que queremos conservar porque nos hace feliz o realmente es necesario.

Con los niños, podéis seguir el mismo orden (ropa, libros, papeles, objetos diversos y objetos sentimentales), pero los juguetes (y en especial las muñecas y los peluches) dejarlos para el final. Entran en la categoría de “cosas sentimentales”. ¿Y qué hacemos con las manualidades y todas aquellas pequeñas obras de arte hechas por los niños? Os proponemos hacer un mural “de recuerdos” donde exponer las obras favoritas de los niños o aquellas de las que están muy orgullosos. Este rincón puede formar parte de la decoración de casa y además irá cambiando a medida que crezcan los niños. Antes de sustituir una de las obras del mural, recordad que según Kondo hay que dar las gracias a la obra por las semanas o meses de placer que ha dado a la familia.

3. Clasifica y utiliza cajas
Guarda de forma clasificada. La ropa por colores, los libros por género, los documentos administrativos, etc. De esta manera será más fácil localizar todo y volver a colocarlo en su sitio. Aprovecha las cajas de zapatos como clasificadores de calcetines o utensilios de cocina. ¡Así tendrás los cajones más ordenados!

Para los niños puedes utilizar cestos o cajas de plástico de colores para guardar los juguetes por tipo o categoría. Es importante limitar el espacio de almacenamiento de los niños y poner las cosas a su altura. De este modo aprenden que cada cosa tiene su lugar y que hay que devolverlo cuando lo hemos usado. Así ordenar después de jugar se convertirá en un hábito. También hay que dejar claro que, si entra alguna juguete nuevo, habrá que hacer espacio eligiendo alguno que se irá de casa para hacer feliz a otro niño.

4. Dobla y guarda verticalmente
La clave está en guardar la ropa de forma vertical y no horizontal en el cajón para ahorrar espacio y tener todo a la vista. Hay que hacer varios pliegues en la ropa para que consiga consistencia y pueda sostenerse de forma vertical.

Desde muy pequeños se puede aprovechar el hecho de que a los niños les encanta hacer lo que hacen los grandes. Póneos juntos a doblar ropa y enseñándo como se hace al estilo de Marie Kondo. Tendréis unos grandes ayudantes y unos cajones llenos de colores donde los niños pueden ver fácilmente toda su ropa y coger lo que quieren sin desordenarlo todo.

5. Reducir el número de regalos
¿Qué hacemos con la gran cantidad de regalos de cumpleaños, el santo o Reyes? Está en vuestras manos limitar el número de regalos que reciben vuestros hijos. Para el aniversario podeis optar por hacer un regalo conjunto entre todos los amigos o familiares asegurándo os así que será algo que realmente guste a vuestros hijos. Seguro que el resto de padres os lo agradece, porque se comparte el coste del regalo y no pierden tiempo en ir a buscar el detalle.

Para Reyes, elijid un regalo por hogar. No es necesario que en casa de los tíos y abuelos haya aún más regalos que en casa. Pensad que también podeís regalar experiencias como aventuras a caballo, talleres de cocina o visitas a granjas de animales entre otras muchas cosas.

¿Preparados para tener un casa que os haga felices?