Cinco trucos para la vuelta al cole

La perspectiva de los deberes y la gran cantidad de horas sentados en el aula no suele ser muy alentadora para los niños

¡Venga, te lo pasarás muy bien!” Es la típica frase que muchos padres y madres tienen preparada para el primer día de la escuela de sus hijos e hijas. Pero la verdad que la realidad puede ser muy diferente. La perspectiva de los deberes y la gran cantidad de horas sentados en el aula no suele ser muy alentadora.

Katia Velar, psicóloga del Centro Interpersonal de Barcelona asegura que al igual que los adultos pueden sufrir el síndrome postvacacional, es muy normal que los niños les cueste volver a la rutina de la escuela. Por eso esta psicóloga especializada en las áreas de infancia, adolescencia y familia nos ofrece cinco trucos para hacer la vuelta a la escuela más llevadera para los niños.

Actitud positiva, sin engaños

Es muy normal que a los niños les dé pereza levantarse pronto de nuevo. Está bien decir a nuestros hijos e hijas que entendemos que la vuelta a la escuela puede ser pesada. Pero al mismo tiempo podemos contrarrestar esta sensación destacando lo positivo del curso.

Puede ayudarles a recordar que bien se lo pasan jugando o charlando en el patio con los amigos, que divertidas son las colonias o las salidas del aula de naturaleza o teatro…, estaréis allanando el terreno para la vuelta. Y si además recuperáis anécdotas curiosas del curso pasado, seguro que alguna sonrisa aparecerá el rostro de sus hijos.

Recuperación de los horarios escolares despacio

Uns días antes del inicio de curso es aconsejable comenzar a recuperar los horarios escolares, que debido a las vacaciones han sido más flexibles. Avanzar la hora de cenar y acostar o levantar los niños cada día un poco antes son recursos que ayudan a los niños a volver a la rutina, sin tener que hacer el cambio de golpe el primer día de escuela.

Con los adolescentes la psicóloga Katia Velar reconoce que es más complicado que vayan a dormir antes. De hecho, hay estudios que demuestran que la melatonina, la hormona que induce el sueño, se segrega cada vez más tarde a partir de la pubertad y por eso los jóvenes tienen problemas para conciliar el sueño si van antes en la cama. Pero eso es recomendable que entre una a dos horas antes de acostarse dejen de lado el ordenador, la tablet y las videoconsolas. Y es que la luz artificial disminuye la cantidad de melatonina segregada y aún retrasa más la hora de ir a dormir. Apagar el móvil o dejarlo fuera de la habitación también ayuda a reducir las distracciones nocturnas.

Preparación del material escolar

A la mayoría de los niños y niñas les encanta estrenar colores y mochila. Hacer partícipes de la adquisición del material nuevo, ir juntos a comprar zapatos deportivos o dejarles que elijan la ropa que se pondrán para el primer día de la escuela ayuda a que los niños tomen conciencia de que las vacaciones se acaban. Además para muchos niños puede ser un aliciente para la vuelta.

Buenas preguntas, mejores respuestas

Sólo si los niños expresan sus emociones, aprenderán a gestionarlas. Por eso es importante estar atentos a como salen de la escuela los primeros días y hacer las preguntas concretas.

“¿Qué es lo que más te ha gustado hoy? ¿A que has jugado en el patio? ¿Habían muchos niños contentos de volver hoy?” pueden ayudaros a descubrir cómo se sienten los niños y reconducir situaciones (si es necesario).

La transición puede requerir adaptación

Si vuestros hijos irán por primera vez a la escuela o están en etapa de transición (de educación infantil a primaria o de primaria a secundaria), es importante ser sinceros y prepararlos. Explicar cómo será el nuevo curso, los profesores… puede ayudar a reducir la ansiedad. Deben saber que es normal si algunos niños lloran el primer día en P3, porque se añoran o que en primero habrá más deberes. Pero poco a poco se irán adaptando a los cambios.

Por eso es importante que los primeros días elogiemos las cosas que han hecho bien como levantarse pronto sin protestar, comerse todo en la escuela…. Son maneras de reforzar la autoestima y la autonomía de los niños. Y sobre todo hay que transmitir confianza y seguridad a los niños.

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