Aprender matemáticas jugando

El ábaco, las regletas o el mosaico son algunos de los recursos didácticos para convertir las matemáticas en un juego – Foto: YouMeKids

Cuando oyen la palabra matemáticas, muchos soplan. Ya sean niños o adultos. Es una de esas típicas asignaturas que gusta mucho o se odia. Parece ser que no hay un término medio.

Para la matemática  Mònica Batlle  tiene mucho que ver con la comprensión de la materia y de cómo se enseña. “Tenemos la obsesión de que desde pequeños aprendan los números antes de entender la cantidad que representan”, explica Batlle, “pero cuando el niños aprenden a hablar, no les explicamos que las frases se hacen con sujeto y predicado. Hay que hacer lo mismo con las matemáticas “.

Hace veinticinco años que Mónica Batlle ofrece talleres didácticos de matemáticas en bibliotecas, escuelas y a la comunidad de homeschool (la escuela en casa). Para ella la clave está en que las matemáticas se deben enseñar jugando desde pequeños sin presión adaptandose a lus necesidades y a la manera natural que tiene cada niño de aprender para su edad. Nos propone cinco técnicas para aplicarlo a casa partiendo de la base de que primero hay que experimentar las cantidades, luego aprender la palabra que la escenifica y finalmente el símbolo que expresa la cantidad.

Cinco recursos didácticos para convertir las matemáticas en un juego

Tarjetas con pegatinas (de 0 a 3 años)

La capacidad visual de los pequeños hasta los tres años es mucho mayor que la de un adulto. De hecho, pueden reconocer y distinguir cantidades de objetos antes de saber cómo expresarlos oralmente. Para Mónica Batlle esta es una oportunidad para que los pequeños entiendan la cantidad que representa cada número de una forma muy natural.

La manera más fácil de ponerlo en práctica es utilizando unas tarjetas con pegatinas o fichas con puntos. Básicamente se trata de mostrar a vuestros hijos o hijas series de cinco tarjetas con pegatinas o puntos de forma rápida, tres veces al día en sesiones de máximo 2 minutos.

Hay que hacerlo como si fuera un juego, y recitar al niño el número de pegatinas que se representa con entusiasmo, con voz alta y clara. Se puede comenzar con fichas con un punto hasta cinco puntos e ir incrementando el número de puntos a medida que las sesiones avancen.

Esta técnica está basada en el método de Glenn Doman. Así como en el idioma las palabras evocan objetos, con la sesión de fichas se pretende que los números evoquen varios conjuntos de puntos, para que resulten significativos para los niños.

A medida que los niños vayan creciendo, se pueden introducir operaciones sencillas de sumas. Se enseña una lámina con dos pegatinas y se dice: “dos más tres hacen cinco pegatinas”. Primero se enseña la lámina con dos pegatinas, después la de tres pegatinas y finalmente la de cinco pegatinas.

Si queréis ahorraros hacer las laminas, encontraréis una versión digital subvencionada por la Junta de Extremadura.

Cálculo con el ábaco (de 3 a 7 años)

El ábaco es uno de los juegos básicos para enseñar operaciones aritméticas. Este recuadro rectangular con bolas móviles de colores permite a los niños y niñas aprender a contar, hacer sumas y restas de una forma muy visual.

Para Mónica Batlle es un instrumento ideal para aprender a memorizar los números. Recomienda coger el ábaco e ir moviendo las bolas a la vez que se canta el número. Pero también es una muy buena herramienta para visualizar los cálculos y entender de una forma visual la descomposición de los números.

En un ábaco horizontal la primera fila de bolas representa las unidades, la segunda fila las decenas, la tercera fila las centenas … y así sucesivamente. La idea es jugar a representar números con el ábaco. Se puede representar la edad de los miembros de la familia, el número de compañeros de clase, etc. Así si queremos representar por ejemplo, el número 45, deberíamos deslizar cinco bolitas de la primera fila (unidades) hacia la derecha y mover en el mismo sentido cuatro bolitas de la segunda hilera (decenas). Otra opción es colocar las bolas de manera que el niño descubra la cifra.

El mosaico para aprender a multiplicar (7 a 10 años)

Las tablas de multiplicar pueden ser una pesadilla para algunos alumnos. Por eso Mónica Batlle nos propone una alternativa a la memorización de resultados jugando con piedrecitas de mosaico.

Se trata de pedir a vuestros hijos e hijas o alumnos de crear rectángulos con una superficie concreta. Por ejemplo, para hacer un rectángulo con superficie de 15 piedrecitas cuadradas de mosaico, habría que combinar cinco hileras de 3 piedrecitas (5×3) o una hilera de 15 piedrecitas (1×15). De esta manera los alumnos están multiplicando, pero de una forma visual. Si se pide hacer un rectángulo con superficie de 12, habrá más combinaciones posibles: 3×4, 2×6 o 1×12.

¿Pero qué pasa cuando les pedimos hacer un rectángulo de superficie 13? Sólo hay una opción, hacer un rectángulo de una hilera con 13 cuadritos. Y aquí podemos incorporar lo que son los números primos, un número entero superior a 1 que admite exactamente dos divisores: 1 y él mismo.

Las regletas numéricas (6 a 13 años)

Regletas numericas – foto: Artijoc

Una forma lúdica de jugar con las regletas es buscar pares de regletas que formen una de 10, por ejemplo. O jugar a cambiar regletas equivalentes entre dos jugadores y así por ejemplo cambiar una de 5 por una de 2 y otra de 3. Así estamos practicando la suma con los niños, sin que se den cuenta.

Pero también sirven para trabajar las fracciones. Por ejemplo, si tomamos un regleta que representa el ocho, el regleta de valor cuatro representa la media de la unidad, el regleta de valor dos representa 1/4 de la unidad y el regleta de valor uno representa 1/8 de la unidad.

Las fracciones y porcentajes con cartulinas (+12 años)

Para trabajar las fracciones y los porcentajes Mónica Batlle nos propone usar un cartulina (50x65cm) y recortarla en 12 hileras. La primera hilera será nuestra unidad. La segunda fila la cortaremos en dos partes iguales para representar ½, 50% o 0,5. La tercera en tres partes y así sucesivamente hasta llegar a la última fila que la cortaremos en 12 partes iguales. A partir de aquí podemos escribir la representación de cada rectángulo tanto en formato fracción, como de forma decimal y en porcentaje.

Para aquellos que no desee hacer manualidades, existen juegos de piezas magnéticas en el mercado.

Y una vez ya está preparado, se puede empezar a jugar haciendo variaciones de las representaciones tal como se ve en el vídeo.