Cuando la comida sana y la educación se encuentran

Rincón infantil del Nabibi Vital Cooking – Foto: Nabibi

A veces las historias llegan sin haberlas buscado. Hablando con Helena Munín, propietaria del restaurante Nabibi Vital Cooking en Barcelona, descubro que detrás hay una emprendedora nata y no puedo dejar de contar su historia.

Helena Munín Piekarek es medio argentina y medio alemana. Llegó a Barcelona en 2001 con su pareja y una niña de un año. Como doctora en pedagogía buscaba una guardería que estuviera a la altura de sus expectativas pedagógicas. Ninguna le convenció al 100%, así que se puso manos a la obra y un año más tarde abría Kinder Barcelona, un espacio educativo para niñas y niños hasta 6 años alternativo a las guarderías tradicionales. La necesidad de ofrecer a los niños una cocina de calidad y saludable, la lleva a embarcarse en una segunda aventura en noviembre de 2014: Nabibi Vital Cooking.

¿Cómo se convierte una pedagoga en propietaria de un restaurante?
Para mí era básico que los niños de Kinder tuvieran una alimentación sana y 100% orgánica, porque “somos lo que comemos”. Por eso necesitaba un espacio donde preparar el catering de la guardería. Y así nace Nabibi.

Así que nada de lo típico menú infantil de macarrones, carne rebozada y patatas.
Exacto, pero no quiere decir que por ser sanos, los platos no sean gustosos o divertidos. Tanto en el catering para escuelas, como en el restaurante utilizamos productos naturales, frescos, de temporada, 100% biológicos y de proximidad. No tenemos congelados ni alimentos procesados. Y siempre tenemos alternativas sin gluten, soja y lactosa, además de opciones veganas y vegetarianas. Y todo se cocina al fuego o al horno.

¿Y el microondas?
No tenemos. Cocinamos cada día. Tardamos un poco más a calentar la comida, pero ganamos en calidad.

Me ha llamado la atención la pica pequeña que tienes en medio del comedor del restaurante con el eslogan “Manos limpias”.
Pensé que sería un detalle para los padres y madres no tener que ir al baño con los niños para lavarse las manos. Aquí lo pueden hacer ellos solos, sin que los adultos los pierdan de vista.

Y los niños ganan autonomía.
¡Exacto! Está en la línea del proyecto pedagógico que defendemos a Kinder centrado en la creación de un entorno autónomo para los niños para favorecer su desarrollo personal. En Kinder el ritual de la comida también comienza con el momento de lavarse las manos. Después, los niños ponen la mesa y reparten los platos, vasos y cubiertos a sus compañeros.

Suena a método Montessori.
Aunque no somos una escuela Montessori, sí que hemos incorporado parte de las enseñanzas como adquirir “habilidades de la vida cotidiana”.

¿Es la razón de los grupos reducidos de Kinder?
Sí, tenemos un ratio de un adulto por cada cuatro niños. Esto hace que la atención de los niños sea muy personalizada y podamos respetar el desarrollo individual de cada niño. Además apostamos por la inmersión lingüística de los niños en diferentes idiomas como el inglés, el alemán, el catalán y el castellano.

Si, cuando estuve en el restaurante había un ambiente muy internacional … Por cierto, entré con mi perro. Porque decidiste ser un restaurante pet-friendly?
En Alemania es muy normal que haya perros en los geriátricos, en las escuelas … ayudan mucho a niños y personas mayores, así que no dudé en hacerlo en el restaurante.